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Sentencia

Sentencia uno:

Se había presentado pronto a la hora convenida, y debía esperar aun por un buen rato más su llegada, pero no le importaba la espera, quería asegurarse de estar presente en tiempo y en forma.

Siempre pensó que sus pechos despuntarían algún día un líquido dulce y erótico cuando la mirada del amante se clavara en sus pezones, succionándolos sin tocarlos…
Imaginaba esa escena una y otra vez, la mirada clavada en sus enhiestas tetas y sus senos creciendo al ritmo acelerado de los latidos de su pubis. A medida que crecían, su monte Venus se enervaba y electrizaba dejando bajar la humedad hasta el fino algodón que cubría su sexo…

El dictamen que sentenciaba su muerte entre los brazos de su amante estaba escrito en la piel de ambos aquel día.
Sin pensarlo posó muchas veces la yemas de sus dedos sobre la ropa ligera que la cubría, no descubrió las miradas de los paseantes que al verla deseaban tocarse a si mismos también, pero que por vergüenza a exponerse no lo hacían…

Ellos y ellas, ocultos espectadores entre la muchedumbre, bajaban la cabeza hasta su sexo al verla y se descubrían alzados y calientes sin atreverse a aceptar que “la mujer que se tocaba” era el objeto de deseo mas oculto que en ellos despertaba, y a su vez la contradicción mas palpable: sus fantasías desnudas estaban ahí, en medio de la calle, entre la gente, a plena luz del día, sin veladuras ni noches ardientes a solas entre sabanas mojadas de fantasías eróticas que no se atrevían a cumplir…

Los minutos pasaban lentos y espesos como si el tiempo se empeñara en tener otra duración, la respiración agitada mecía sus pechos en un subir y bajar discontinuado sin encontrar ritmo alguno que aplacara sus ansias.

Alguien que ni siguiera miró, se acerco a preguntarle si se sentía bien. No contesto, su mirada estaba perdida en la dirección por la aparecería su amante.

Juntos sus manos a la altura de su pubis en un intento de aquietarlas, pero fue en vano, se revelaban y aleteaban buscando las zonas erógenas. Decidió sentarse, las piernas temblaban.

(...continuara...) (se aceptan sugerencias)

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jajajajaa